La sociedad occidental ha sido, posiblemente, la que ha legado más instituciones a la cultura humana. Ello como parte de su proceso de consolidación como la forma predominante y “dominante” de estructuración de toda sociedad, impuesta a lo largo y ancho del mundo, mediante los procesos de colonización y de neocolonización actual. De ese modo, las otras formas de organización social, política y económica -surgidas en otras culturas y en sus instituciones propias-, han ido siendo reducidas a supervivencias del pasado, retazos exóticos o excentricidades históricas. Adoptando este marco de análisis, el tema es abordado por Fernando Rovetta , quien apoya la concepción de bien común y de personalismo comunicativo por sobre la idea hegemónica del individualismo posesivo. Por su parte, el artículo de Andrés Piqueras nos invita a una reflexión en torno a las formas que adopta el capitalismo en esta fase post-fordista, y a la manera en que las sociedades latinoamericanas podrían resistir mejor este fenómeno de individuación creciente.









Publicado: 2018-07-01